¿Por qué es necesario sanar?
Sanar no siempre es fácil… pero es necesario. No porque estés rota, ni porque tengas algo malo.
Sanar es necesario porque tu alma vino a recordar su luz, y para hacerlo, necesita soltar lo que la apaga.
Yo empecé mi propio camino de sanación a partir de una depresión profunda que viví a los 26 años. En ese momento sentí que todo se apagaba, que no entendía el “para qué” de mi vida.
Y fue justamente desde ese dolor donde nació la transformación más grande de mi alma.
Desde entonces he aprendido que sanar no es un destino final, es un camino.
Uno que nunca termina del todo, porque siempre hay algo nuevo que abrazar, liberar o recordar con amor.
Sanar es volver a ti
Sanar no es olvidar lo que pasó. Es mirarlo con compasión, abrazarlo con amor y liberarte de lo que ya no necesitas cargar.
Cuando eliges sanar…
- Te vuelves más liviana.
- Dejas de reaccionar desde el dolor.
- Te das permiso de vivir desde el amor, no desde el miedo.
- Comienzas a tomar decisiones más conscientes.
- Tu cuerpo y tu energía se armonizan.
- Vuelves a sentir paz, alegría y propósito.
Sanar es un acto de amor propio
Sanar es decirte a ti misma:
“Merezco estar bien. Merezco ser libre. Merezco ser feliz.”
Y no tienes que hacerlo sola.
Dios, los ángeles y tus guías espirituales caminan contigo.
Solo necesitas dar el primer paso, con el corazón abierto
Yo también sigo sanando…
Aunque llevo años ayudando a otras almas en su despertar, también yo sigo sanando.
Cada etapa de la vida trae nuevos desafíos, nuevas capas por mirar.
Y está bien… sanar no es lineal, y no hay prisa.
Es un camino de amor, consciencia y evolución.
Con amor y guía angelical,
Adriana